La Cabanada de Confrides es una casa grande, situada entre montañas y aislada de otras viviendas (a excepción de una casa cercana dónde hay gente esporádicamente). Es un espacio para la tranquilidad y el contacto con la naturaleza, pero también para algún tipo de fiesta (cumpleaños, despedidas, nochevieja, ...) ya que al estar aislada no existe posibilidad de molestar a nadie.
Hay 7 habitaciones dobles y cuatro camas extras para colocar en uno de los salones o hacer triples las habitaciones.
La cocina, al ser amplia, se convierte en un lugar agradable para estar y acompañar a quienes les toque esa tarea. El agua que sirve a la casa es de manantial.
Fuera hay una barbacoa acogedora y grande que, salvo los meses de alerta por fuego, puede ser la protagonista de grandes momentos gastronómicos.
Hay dos chimeneas, una en cada salón, y las habitaciones cuentan con unas estufas eléctricas. La cocina y el salón principal se calientan con una sola chimenea, es realmente eficaz si se va manteniendo el fuego, es una experiencia real de vida en la montaña.
Para los meses más calurosos la casa cuenta con una piscina recién reconstruida, muy amplia y con una terraza con vistas a la montaña, privacidad total.
También hay un merendero fuera, a la sombra para la primavera, el otoño y el verano. Los cambios de estación se hacen notar ahí arriba, si vas más de una vez en el año lo puedes comprobar. Hay agua caliente y los 3 baños tienen bañera. Uno de ellos tiene un calefactor para los días más fríos.
Hemos instalado un reproductor de DVD y una selección de películas para los amantes del cine. No hay internet (todavía) ni cobertura telefónica, pero si teléfono fijo para cualquier emergencia o pregunta, la sensación de no tener ese tipo de contacto es de tranquilidad y relax.
La casa de La Cabanada es un lugar para el encuentro con los amigos, con la naturaleza, con la montaña y contigo mismo.
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